El sector de la automoción está constantemente buscando alternativas de transporte más respetuosas con el medio ambiente, debido a la creciente preocupación sobre el cambio climático y el calentamiento global. El problema más difícil de superar es la economía del proyecto.
Sin embargo, con la correcta combinación de ingenio y las tecnologías de fabricación aditiva permite hacer grandes progresos. Este es por ejemplo el caso del diseñador polaco Piotr Krzyczkowski, quien decidió crear una solución ecológica y económica de transporte urbano en forma de motocicleta eléctrica.
Numerosas tecnologías modernas, entre las que se incluye la impresión 3D, han jugado un rol primordial para hacer realidad esta idea, incluyendo la creación de un prototipo ecológico que pudiera convencer a inversores potenciales para financiar el proyecto. El resultado final es Falectra, la primera marca polaca de motocicletas eléctricas, cuyos primeros modelos estarán disponibles para circular en carretera el próximo año.
El origen del proyecto
El diseñador concibió la idea durante un viaje a Milán, donde durante décadas los vehículos de dos ruedas de todos los tipos han sido muy populares en las estrechas calles de Italia. Ahora las ciudades de todo el mundo están buscando soluciones similares para reducir la congestión de tráfico y ser respetuosos con el medio ambiente, produciendo cero emisiones y reduciendo la contaminación acústica. Las motocicletas de Falectra no solo cumplen con todos estos criterios sino que también son muy asequibles, cubriendo 100 km por menos de 0,25 dólares, y pueden viajar hasta 70 km con una sola carga. Al mismo tiempo pueden alcanzar velocidades de hasta 60 km/h, más que suficiente para entornos urbanos.
La motocicleta se ha desarrollado en dos etapas.
La primera implicó desarrollar la versión final y patentarla. También había que recabar las opiniones necesarias y la financiación. Esto llevó casi dos años.
La segunda etapa implicó crear un prototipo plenamente funcional. Tener un modelo físico y tangible de un proyecto es muy importante para las start-ups en el sector del transporte eléctrico; les ayuda a ganar mucha credibilidad para proyectos futuristas a ojos de los inversores.
Un ‘proyecto virtual’ ya no es suficiente para los partners e inversores. Hacía falta mostrar un prototipo plenamente funcional. Simplemente crear los paneles laminados que forman el cuerpo del vehículo habría costado entre 39.000 y 52.000 dólares, mucho más que el presupuesto total inicial. Ahí es donde entró en juego la impresión 3D. A través de la cooperación con Zortrax se crearon con sus impresoras las piezas necesarias para ensamblar el prototipo. El coste total del proceso fue casi siete veces menos.
Cuando el ingenio y las nuevas tecnologías convergen.
Para producir piezas para la moto de Falectra, Zortrax usó dos impresoras 3D, la M200 Plus y la M300 Plus. Funcionan con tecnología LPD, diseñada para aplicarse en I+D para automoción y prototipado. En total se hicieron en torno a 10 objetos con la ayuda de estos sistemas para el desarrollo del vehículo, incluyendo la puerta frontal, guardabarros trasero, cubiertas laterales, entrada de aire para cargar la batería y una pieza de fijación para el faro frontal.
Diseñar un vehículo usando un programa informático es relativamente sencillo, lo que ha llevado a un gran número de nuevos diseñadores y visionarios a ofrecer soluciones innovadoras. Sin embargo, la mayoría de ellos solo funcionan “sobre el papel”. Con un prototipo las empresas pueden evaluar mejor el potencial de producción en masa, lo cual es clave para planear un presupuesto y determinar el precio de un producto para el cliente final.
En el caso de Falectra crear un prototipo plenamente funcional solo llevó medio año. Las impresoras de Zortrax lo hicieron posible mediante la fabricación de piezas.
“Sabíamos que la durabilidad de la impresión era la prioridad, para que la moto creada por Piotr fuese realmente funcional y estuviese lista para usar. Escogimos el material Z-ULTRAT, que puede soportar grandes cargas, y se utilizaron las impresoras M200 Plus y M300 Plus. Esto nos permitió crear piezas que reflejaran plenamente la apariencia y la funcionalidad de estas motocicletas, que pronto se producirán en masa”, añade Milosz Bertman, diseñador 3D principal en Zortrax.
La producción de un prototipo físico también permitió a Krzyczkowski la oportunidad de analizar el potencial de la moto para la producción en masa y proponer un presupuesto para estimar el coste final. Usando piezas con una tecnología innovadora dio como resultado una construcción ligera y un prototipo que podía mejorarse de modo constante.
Ubicar la batería lo más bajo posible implica también tener una motocicleta estable y fácil de montar. Una práctica caja de almacenaje se ubica donde habría estado el depósito de gasolina. Todos estos cambios de eficiencia y prototipado rápido permitieron a Falectra llevar a carretera los primeros diez prototipos de motocicleta para el próximo año.
Su producción en masa está prevista para 2021 y el precio estimado está en torno a los 4.000 dólares para clientes individuales. Un precio no muy alto a pagar para un futuro sostenible.